Menú

Biografia


José Celestino Mutis y Bosio (CádizEspaña6 de abril de 1732 – Santa Fé de BogotáVirreinato de Nueva Granada11 de septiembre de 1808) fue un sacerdotebotánico, geógrafo, matemáticomédico y docente de la Universidad del Rosario, en Santa Fe (actual Bogotá), universidad donde actualmente reposan sus restos.
Estudió medicina y cirugía en el Colegio de Cirugía de Cádiz y concluyó su carrera en la Universidad de Sevilla. Después de finalizar sus estudios trabajó durante cuatro años en el Hospital de Cádiz. Sus primeras etapas profesionales se desarrollaron bajo la tutoría de algunos de los más eminentes científicos del momento. Pasó a trabajar como suplente de la cátedra de Anatomía del Hospital General de Madrid1​ y perfeccionó sus conocimientos botánicos en el Jardín del Soto de Migas Calientes.
José Celestino Mutis propuso en dos ocasiones (1763 y 1764 respectivamente) a la Corona de España una expedición botánica por el Nuevo Reino de Granada, donde había llegado para servir como médico al virrey Pedro Mesía de la Cerda. Las propuestas no encontraron respuesta, de modo que Mutis se dedicó al sacerdocio, a la minería y a la atención de su cátedra en el Colegio del Rosario. Concretamente, tras vivir en distintas poblaciones Mutis se estableció en Santafé. Posteriormente se dedicó a la minería en VetasSantander, provincia de Pamplona.
Años más tarde, tras haberse retirado a vivir a Mariquita, animado por el Virrey-Arzobispo Antonio Caballero y Góngora realizó una tercera propuesta que le fue aceptada por el ilustrado rey Carlos III, que había estudiado botánica además de otras ciencias, técnicas y artes.
La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada2​ se inició en 1783 bajo su dirección y se prolongó durante unos 30 años. Se centró en Santafé y sus alrededores, la laguna de Pedro Palo, La MesaGuaduasHonda y los alrededores de Mariquita. En la expedición participaron varios comisionados que extendieron su cobertura geográfica. Destaca entre ellos Francisco José de Caldas, que recorrió las actuales tierras de Ecuador durante cuatro años, regresando a Santafé en 1808llevando un extensísimo herbario. Otro de los comisionados fue fray Diego García, que recorrió el Alto Valle del Magdalena, entre La Palma y Timaná, llegando a la zona de los Andaquíes. Su colección incluyó también una amplio muestrario de fauna y geología. A su vez, Eloy Valenzuela, que había sido subdirector de la Expedición durante su primer año, fue comisionado a Santander. Tuvo que retirarse a Bucaramanga por problemas de salud, donde continuó recolectando.
Esta Expedición resultó ser la más costosa para la Corona de España, y sin embargo fue la que menos publicaciones científicas produjo. No obstante fue decisiva para el desarrollo de la cultura y la investigación en Colombia. En ella se creó una escuela de dibujo y se contrataron numerosos oficiales de pluma y herbolarios. Las láminas realizadas en la expedición resultaron ser de excepcional calidad. Entre los dibujantes destacan Salvador Rizo y Francisco Javier Matís, que fue calificado por Humboldt como el mejor ilustrador botánico del mundo. Años más tarde, el médico y botánico bogotano José Jerónimo Triana contribuyó decisivamente a la determinación de las especies.
Al contrario de lo que sucedió con las láminas, parte del extenso e importante Herbario, trasladado al fin de la Expedición al Real Jardín Botánico de Madrid, ha permanecido prácticamente inédito hasta fechas relativamente recientes. La biblioteca de la cual se sirvió Mutis para realizar la Expedición Botánica, se conserva en la Biblioteca Nacional de Colombia.3​ Un ejemplo de esto es la obra Recueil des plantes des Indes,4​ de la entomóloga Maria Sibylla Merian. En la revista Senderos de esta entidad se publicó el catálogo de este valioso fondoa
La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada2​ se inició en 1783 bajo su dirección y se prolongó durante unos 30 años. Se centró en Santafé y sus alrededores, la laguna de Pedro Palo, La MesaGuaduasHonda y los alrededores de Mariquita. En la expedición participaron varios comisionados que extendieron su cobertura geográfica. Destaca entre ellos Francisco José de Caldas, que recorrió las actuales tierras de Ecuador durante cuatro años, regresando a Santafé en 1808llevando un extensísimo herbario. Otro de los comisionados fue fray Diego García, que recorrió el Alto Valle del Magdalena, entre La Palma y Timaná, llegando a la zona de los Andaquíes. Su colección incluyó también una amplio muestrario de fauna y geología. A su vez, Eloy Valenzuela, que había sido subdirector de la Expedición durante su primer año, fue comisionado a Santander. Tuvo que retirarse a Bucaramanga por problemas de salud, donde continuó recolectando.
Esta Expedición resultó ser la más costosa para la Corona de España, y sin embargo fue la que menos publicaciones científicas produjo. No obstante fue decisiva para el desarrollo de la cultura y la investigación en Colombia. En ella se creó una escuela de dibujo y se contrataron numerosos oficiales de pluma y herbolarios. Las láminas realizadas en la expedición resultaron ser de excepcional calidad. Entre los dibujantes destacan Salvador Rizo y Francisco Javier Matís, que fue calificado por Humboldt como el mejor ilustrador botánico del mundo. Años más tarde, el médico y botánico bogotano José Jerónimo Triana contribuyó decisivamente a la determinación de las especies.
Al contrario de lo que sucedió con las láminas, parte del extenso e importante Herbario, trasladado al fin de la Expedición al Real Jardín Botánico de Madrid, ha permanecido prácticamente inédito hasta fechas relativamente recientes. La biblioteca de la cual se sirvió Mutis para realizar la Expedición Botánica, se conserva en la Biblioteca Nacional de Colombia.3​ Un ejemplo de esto es la obra Recueil des plantes des Indes,4​ de la entomóloga Maria Sibylla Merian. En la revista Senderos de esta entidad se publicó el catálogo de este valioso fondoa

La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada2​ se inició en 1783 bajo su dirección y se prolongó durante unos 30 años. Se centró en Santafé y sus alrededores, la laguna de Pedro Palo, La MesaGuaduasHonda y los alrededores de Mariquita. En la expedición participaron varios comisionados que extendieron su cobertura geográfica. Destaca entre ellos Francisco José de Caldas, que recorrió las actuales tierras de Ecuador durante cuatro años, regresando a Santafé en 1808llevando un extensísimo herbario. Otro de los comisionados fue fray Diego García, que recorrió el Alto Valle del Magdalena, entre La Palma y Timaná, llegando a la zona de los Andaquíes. Su colección incluyó también una amplio muestrario de fauna y geología. A su vez, Eloy Valenzuela, que había sido subdirector de la Expedición durante su primer año, fue comisionado a Santander. Tuvo que retirarse a Bucaramanga por problemas de salud, donde continuó recolectando.
Esta Expedición resultó ser la más costosa para la Corona de España, y sin embargo fue la que menos publicaciones científicas produjo. No obstante fue decisiva para el desarrollo de la cultura y la investigación en Colombia. En ella se creó una escuela de dibujo y se contrataron numerosos oficiales de pluma y herbolarios. Las láminas realizadas en la expedición resultaron ser de excepcional calidad. Entre los dibujantes destacan Salvador Rizo y Francisco Javier Matís, que fue calificado por Humboldt como el mejor ilustrador botánico del mundo. Años más tarde, el médico y botánico bogotano José Jerónimo Triana contribuyó decisivamente a la determinación de las especies.
Al contrario de lo que sucedió con las láminas, parte del extenso e importante Herbario, trasladado al fin de la Expedición al Real Jardín Botánico de Madrid, ha permanecido prácticamente inédito hasta fechas relativamente recientes. La biblioteca de la cual se sirvió Mutis para realizar la Expedición Botánica, se conserva en la Biblioteca Nacional de Colombia.3​ Un ejemplo de esto es la obra Recueil des plantes des Indes,4​ de la entomóloga Maria Sibylla Merian. En la revista Senderos de esta entidad se publicó el catálogo de este valioso fondoa
La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada2​ se inició en 1783 bajo su dirección y se prolongó durante unos 30 años. Se centró en Santafé y sus alrededores, la laguna de Pedro Palo, La MesaGuaduasHonda y los alrededores de Mariquita. En la expedición participaron varios comisionados que extendieron su cobertura geográfica. Destaca entre ellos Francisco José de Caldas, que recorrió las actuales tierras de Ecuador durante cuatro años, regresando a Santafé en 1808llevando un extensísimo herbario. Otro de los comisionados fue fray Diego García, que recorrió el Alto Valle del Magdalena, entre La Palma y Timaná, llegando a la zona de los Andaquíes. Su colección incluyó también una amplio muestrario de fauna y geología. A su vez, Eloy Valenzuela, que había sido subdirector de la Expedición durante su primer año, fue comisionado a Santander. Tuvo que retirarse a Bucaramanga por problemas de salud, donde continuó recolectando.
Esta Expedición resultó ser la más costosa para la Corona de España, y sin embargo fue la que menos publicaciones científicas produjo. No obstante fue decisiva para el desarrollo de la cultura y la investigación en Colombia. En ella se creó una escuela de dibujo y se contrataron numerosos oficiales de pluma y herbolarios. Las láminas realizadas en la expedición resultaron ser de excepcional calidad. Entre los dibujantes destacan Salvador Rizo y Francisco Javier Matís, que fue calificado por Humboldt como el mejor ilustrador botánico del mundo. Años más tarde, el médico y botánico bogotano José Jerónimo Triana contribuyó decisivamente a la determinación de las especies.
Al contrario de lo que sucedió con las láminas, parte del extenso e importante Herbario, trasladado al fin de la Expedición al Real Jardín Botánico de Madrid, ha permanecido prácticamente inédito hasta fechas relativamente recientes. La biblioteca de la cual se sirvió Mutis para realizar la Expedición Botánica, se conserva en la Biblioteca Nacional de Colombia.3​ Un ejemplo de esto es la obra Recueil des plantes des Indes,4​ de la entomóloga Maria Sibylla Merian. En la revista Senderos de esta entidad se publicó el catálogo de este valioso fondoa

No hay comentarios:

Publicar un comentario